jueves, 1 de noviembre de 2007

Daft Punk is (not) playing at my house


Dejaré que otros escriban los epítetos que Daft Punk, sin duda, merece. Que otros expliquen su importancia para la música electrónica en los 90 y su larguísima (y cada vez más predecible) progenie de este principio de siglo. Que otros los llamen genios, revolucionarios, vanguardistas o adelantados.
Yo los oía en fiestas en mis años de preparatoria, bailaba -lo poco que bailaba- con "One more time" y no mucho más, porque les prestaba poca atención. Pero ayer tocaron en el Palacio de los Deportes, y dicen quienes fueron que:

- "Son pocos los que con tan pocos elementos pueden detonar tantas emociones en el público."
- "Estuvo increíble, no me imaginaba que fueran tan buenos."
- "Me pareció que Daft Punk son como los hijos de Kraftwerk, y que hubiera sido chingón ver a Kraftwerk viendo a Daft Punk. Me emocionó muchísimo, porque esos dos han sido mis conciertos favoritos".

Cuentan, además, que el Palacio estaba a reventar de gente bella, y que el ambiente festivo se prolongó hasta después de terminado el concierto. Y que el grupo abridor fue Susie 4. Todo un evento, en resumen. Ni modo: Daft Punk no tocó en mi casa.

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